Esas lentas Smart-Grids
Tenía ganas de recuperar el tema de las Smart-Grids, ahora que la vorágine energética de Fukushima había engullido cualquier otra información energética (hoy, además, los franceses la lían en una planta de residuos nucleares) y la crisis económica devora cualquier otra información.
Parece que ya no están tan de moda esas redes que nos iban a abrir a un nuevo mundo energético maravilloso. No voy a negar que yo no escribiera sobre ellas y que a mí también me sumergió su componente apasionante, pero tampoco voy a ocultar que era un tanto escéptico (o incluso negacionista) sobre algunos de los logros futuros que le atribuían a las Smart-Grids.
La excusa para volver a sacar el tema ha sido un artículo de hace unos días de un columnista norteamericano que pone de manifiesto la lentitud en el desarrollo de las famosas redes inteligentes, incluso cuando ya están instalados los medidores inteligentes:
That’s because, to do its magic, the smart grid requires smart utilities, smart regulators and, most of all, smart customers.
La razón de que no se hayan desplegado las redes inteligentes es por las compañías eléctricas, por las entidades de regulación y, sobre todo, por los usuarios. ¿Es una razón, una excusa o buscar un culpable?
Personalmente me parece una crítica injusta. Me suena a una huida hacia adelante para mantener la ilusión . Mi escepticismo hacia las exageradas bondades que se le atribuían a las Smart-grids era precisamente por eso: a esa tecnología se le otorgaban unas posibilidades que eran dificilmente aprovechables, ya sea por razones culturales, sociales, empresariales o tecnológicas.
Y no soy precisamente un visionario. Creo que se veía venir.
2 comentarios
indarki -
Totalmente de acuerdo, por eso era evidente que ese cambio no iba a ser tan rápido como muchos parecían anunciar.
A eso hay que sumar que también era evidente (al menos a mí me lo parecía) que implicaba cambios culturales frente al consumo energético. Cambios que, en esta época tecnófila, tendemos a olvidarlos y a los que tenemos que adaptarnos... o no.
Y cuando no nos adaptamos, pueden pasar dos cosas:
- nosotros nos quedamos fuera (porque esa tecnología se implanta sí o sí)
- dicha tecnología no tiene el éxito deseado (cuando tenemos la opción de utilizarla o no)
emilio -
Las redes, per se, no van a solucionar nada [ni inteligentes ni las actuales] pero sí que pueden propiciar un cambio de modelo energético. Eso ha hecho que se pongan muchas esperanzas y que se aplicaran cuanto antes.
Creo que es un problema más de percepción y emoción que técnico. Por mi parte, no tengo dudas de que se desarrollarán. Incluso me atrevería a decir que el potencial es tan grande que se desarrollarán aplicaciones que ahora no tenemos en mente.
Be water, my friend... ;-)
PS: es que cada vez que alguien me comenta estas cosas, me acuerdo de un familiar cercano que cuando vio el primer mac, con sus ventanitas y sin la pantalla verde, comentó: "esto no tiene futuro" :-D ...quizá no lo tenga pero....¿y si lo tiene?