Central solar en el espacio
Os pongo un apunte de lo que yo suelo llamar "Energía-ficción". No me refiero con ello a que lo considere imposible o una utopía, sino que me parece más una tecnología de un libro de ciencia ficción que de la realidad cotidiana.
En un periódico que salió publicado esta semana apareció la noticia del interés de varias agencias espaciales (americana, europea y en especial, la japonesa) por la instalación de una central solar fotovoltaica en el espacio. De esta forma, tendríamos una forma de captar la energía del sol sin la limitación de la noche ni la atenuación de la atmósfera.
La idea no es nueva y ya la oí hace casi tres años en referencia a que la agencia japonesa estaba muy interesada. Parece que los nipones siguen dándole vueltas a la cabeza y en especial a la forma de transmisión de esa energía desde el espacio hasta la tierra. Como podéis imaginaros, no se puede tirar un cable y conectarlo a la red eléctrica así que se está pensando en mandarla por láser o microondas.
¿Por qué los japoneses? Pues porque son los que mayor dependencia tienen de los combustibles fósiles, que tienen los años contados. Parece que los americanos le siguen a la zaga. Los europeos están también metidos, pero no tanto por un especial interés, sino por estar en la brecha en el caso de que sea una tecnología factible y de futuro. Parece que por el momento creen que la tecnología solar terrestre puede dar mucho juego y que, aunque sea menos eficiente, sea mucho más rentable.
En un periódico que salió publicado esta semana apareció la noticia del interés de varias agencias espaciales (americana, europea y en especial, la japonesa) por la instalación de una central solar fotovoltaica en el espacio. De esta forma, tendríamos una forma de captar la energía del sol sin la limitación de la noche ni la atenuación de la atmósfera.
La idea no es nueva y ya la oí hace casi tres años en referencia a que la agencia japonesa estaba muy interesada. Parece que los nipones siguen dándole vueltas a la cabeza y en especial a la forma de transmisión de esa energía desde el espacio hasta la tierra. Como podéis imaginaros, no se puede tirar un cable y conectarlo a la red eléctrica así que se está pensando en mandarla por láser o microondas.
¿Por qué los japoneses? Pues porque son los que mayor dependencia tienen de los combustibles fósiles, que tienen los años contados. Parece que los americanos le siguen a la zaga. Los europeos están también metidos, pero no tanto por un especial interés, sino por estar en la brecha en el caso de que sea una tecnología factible y de futuro. Parece que por el momento creen que la tecnología solar terrestre puede dar mucho juego y que, aunque sea menos eficiente, sea mucho más rentable.
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