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Indarki

Las posibilidades de una nueva era nuclear

Con el cambio de coalición de gobierno en Alemania y las previsibles consecuencias en la política nuclear alemana, Manuel saltó al cuello, poniendo en evidiencia algo que ya los ecologistas no pueden ocultar a pesar de las afirmaciones ¿erróneas? del presidente Rodriguez Zapatero: la tendencia internacional y, en particular, la europea, no es abandonar la tecnología nuclear.

Sin embargo, que España sea una de las pequeñas islas políticamente antinucleares, no quiere decir que se anticipe una nueva era dorada de la energía nuclear. Recomiendo un artículo del número de septiembre de la revista Power Engineering International (PEi): Europe’s nuclear renaissance: stalled or speeding ahead?

Finlandia está construyendo un reactor nuclear, el polémico (por retrasado) Olkiluoto 3, Francia otro más, en Flamanville y Eslovaquia dos unidades más en la actual central de Mochove. Suecia decidó, en febrero de este año, desechar su plan para abandonar la energía nuclear, con la cual genera el 46% de su electricidad. Italia a revocado el referendum de 1987 por el que se prohibía la energía nuclear y Reino Unido se ha pronunciado a favor de esta fuente tras años de destimarla en las políticas gubernamentales. En Suiza se ha propuesto la construcción de dos nuevos reactores para sustituir el existente y añejo parque nuclear. Por supuesto, es necesario recordar a Alemania, que con el citado cambio de gobierno, quizás no se decidan por la construcción de nuevas centrales, pero todo apunta a un alargamiento de su vida de operación. Lo que en la Europa Occidental son simples planes de prolongación de la vida de las centrales o más o menos tímidas propuestas de reactivación nuclear, en Europa del este, son directamente, planes de construcción: a la citada Eslovaquia, hay que sumar Bulgaria, Rumanía, Hungría, República Checa... por mencionar sólo algunos países.

Sólo Bélgica y (corrección: ya no), por supuesto, España, se mantienen a contracorriente. Mencionar el caso belga, cuya industria nuclear está destinando la friolera de 2 millones de euros para favorecer un cambio en la opinión pública: "Estás a favor de la energía nuclear porque quieres salvar a tus hijos del cambio climático". Enternecedor.

Sin duda, la sensibilidad sobre el cambio climático y probablemente, la percepción de problemas derivados de la inseguridad energética y su geopolítica, con mayor o menor acierto, han favorecido que, de un 37% a favor de la energía nuclear entre la población europea en 2005, haya subido a un 44% (según encuesta de la Comisión Europea;  desconozco los indecisos). Y eso, a pesar del ¿irresuelto? problemilla de los residuos. La misma encuesta revelaba que el 40% de los contrarios a la energía nuclear cambiarían de opinión si se encontrase una solución segura y definitiva a la gestión de los residuos nucleares. Supongo que para el 60% restante, la nuclear es una energía intrínsecamente peligrosa.

Lo dicho ¿nueva era nuclear?... no tan rápido. La energía nuclear sique tropezando en la misma piedra de la seguridad (residuos incluidos). Las noticias, más o menos exageradas, sobre problemas de este tipo en instalaciones nucleares siguen lastrando mucho esta tecnología, a pesar de que muchas centrales térmicas de carbón liberan al entorno más radiactividad que las nucleares (por uranio y torio existente en las cenizas). El camino se demuestra andando y garantizando de forma real y efectiva la seguridad de estas plantas es la mejor forma. Aquí, la regulación es la clave y la experiencia derivada de la operación de las centrales nucleares sirve de mucho.

Sin embargo, en mi opinión, la gran barrera es la financiera. También lo apunta el artículo de PEi. Por muy bueno, bonito y barato que sea el kWh de esta nueva energía nuclear, el coste inicial de las instalaciones es enorme. Se manejan cifras de 5.000 millones de euros, no asumibles para cualquier empresa, especialmente en épocas de restricción de crédito. Es fundamental recordar el citado proyecto finlandes de Olikiluoto, cuyos retrasos están poniendo en entredicho las ventajas económicas (financieras) de esta tecnología. No son muchas las eléctricas que puedan endeudarse tanto y afrontar esa inversión junto con sus riesgos derivados. ¿Serán los gobiernos quienes pongan ese cascabel al gato y participen de la inversión? Una cosa es "dejar hacer" y otra, muy distinta es "hacer ellos mismos".

Después de debatir mucho sobre seguridad radiológica, proliferación nuclear, garantía de suministro, apoyo popular o políticas gubernamentales, lo que estaría en condiciones de ahogar una verdadera nueva era nuclear podría ser la falta de financiación.

4 comentarios

quilex -

Hombre pues a mi lo que me parece es que si los gobiernos han de poner pasta para construir las centrales y además hacerse cargo de la gestión de residuos y además supongo que controlar el ciclo del combustible por seguridad. Leñe es que esta energia está tan subvencionada o más que las renovables.
Por otro lado, alargar la vida de los reactores existentes o constuir nuevos para sustituir viejos (que es lo que estan haciendo casi todos no me parece renacer como mucho conservar.
Yo sigo concordando con Marcell Coderch y digo que esperar y ver.
Por cierto recomiendo la lectura del articulo de coderch acerca de las incertidumbres economicas de la energia nuclear en el Real Instituto Elcano.

goretoxo -

Parece que las conferencias de Lovelock estan haciendo efecto, después de todo...

indarki -

ehhhh!!!
Esa no me la sabía... intentaré buscar una referencia y hago una corrección al post.
Gracias, Manuel

Manuel Fernández Ordóñez -

Hola Indarki,

Bélgica ya se ha salido de la isla y se "ha ido" al continente. Anunció ayer que extiende la vida de sus reactores hasta 2025...estamos solos ya????