Intervencionismo, tecnología y soberanía energética
Apunto una curiosa reflexión neo-con sobre la crisis del petróleo:
El problema reside en que el 77% de las reservas de petróleo están en manos de compañías estatales. Como éstas no responden al mercado, la inversión en nuevas tecnologías (incluso en el mero mantenimiento de las instalaciones) es escasa. Así las cosas, la incompetencia o la perversidad de los Estados puede desembocar en una crisis petrolera.
Visto en Libertad Digital
No me gustaría simplificar el debate energético como si sólo hubiese dos bandos: por un lado los ecoprogres-intervencionistas-decrecionistas y por otro lado, los petroleros-nuclearistas-conservadores-neoliberales. Sinceramente, el mundo de la energía tiene más variables con los que se puede jugar. Echad un vistazo a los principios básicos para entender la energía, que enuncié hace tiempo y ya veréis cómo, gente aparentemente en el mismo bando, puede ser de muy diferentes opiniones. Y eso que en esos principios no está incluidas las variables del intervencionismo-liberalismo o las posibles soluciones.
Retomando el artículo publicado en Libertad Digital y salvando las distancias, apunta a una idea que ya me rondaba la cabeza: ¿Quién debe tener el control sobre la energía y para qué? A veces se asume que si está en manos empresariales será mejor desde el punto de vista económico, pero no socialmente. Pero yo me cuestiono ¿es realmente lo mejor, desde el punto de vista social, que el poder energético lo tenga un gobierno? ¿Realmente los líderes políticos lo utilizan para beneficio de la población o para incrementar su poder e influencia internacional? Estoy pensando en Hugo Chávez, por ejemplo. ¿Podríamos incluir también a Evo Morales? ¿Y los supuestos movimientos del gobierno español para evitar que Endesa quede en manos que no le interesan?
Se asume que el no intervencionismo es lo más eficiente económicamente, según el artículo de Libertad Digital, también para la inversión en desarrollo tecnológico. Pero es lo mejor desde el punto de vista social y ambiental. ¿Realmente se consiguen estos objetivos desde un sistema energético planificado y totalmente intervenido? En teoría se podría, pero supongo que en un mundo ideal, también se lograría una razonable eficiencia energética.
Más preguntas ¿por qué hay sólo dos bandos: intervencionistas totales y neoliberales absolutos? ¿no sería más posible un sistema basado en libre mercado con ciertos mecanismos de intervención que favorezcan que ese sistema energético se oriente al desarrollo social, ambiental, humano y económico? Estos mecanismos podrían ir destinados a orienta tanto la gestión como la inversión en nuevas tecnologías.
Lo siento, pero otra pregunta más... ¿qué papel ponemos a la participación ciudadana en todas estas decisiones? Creo que puede ser uno de los elementos interesantes para moderar la deshumanización del libre mercado y el afán de poder del gobernante intervencionista.
Para finalizar, un apunte a un artículo que leí ayer en defensa del bando liberal y en contra del neoprogre: Un poquito de por favor...
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Fernando Palma -