Las empresas eléctricas reclaman el fin de la tarifa
Como supongo que sabréis, actualmente el sector eléctrico se ha liberalizado y cada cual puede contratar la electricidad a la eléctrica que mejor le caiga. Es cuestión de pedir ofertas y toda la maquinaria comercial de cada empresa se desplegará para mostrar los precios, descuentos, servicios adicionales y demás parafernalia de marketing.
Sin embargo, podemos elegir entre quedarmos como estamos y según las tarifas que están marcadas por el Gobierno o entrar en la liberalización.
Pues bien, Pedro Rivero, el presidente de UNESA (la patronal eléctrica) ha solicitado al gobierno que se elimine (está previsto para el 2007), la posibilidad de quedarse en la tarifa, excepto para los consumidores domésticos de menos de 4000 kW (es decir, los ciudadanos de a pie). Según Pedro Rivero es necesario acelerar la transición a la liberalización ya que se dan las condiciones para los últimos pasos de la transición.
Esto implica que el precio para los consumidores industriales (los que más gastan) serían marcados por el mercado en vez de por el gobierno y por lo tanto las empresas eléctricas marcaran el precio en función de sus costes, estratégias de mercado y de la competencia. Y no quedarían condicionados por las subidas de tarifa previstas, que según estas empresas, son demasiado pequeñas.
Sin embargo, podemos elegir entre quedarmos como estamos y según las tarifas que están marcadas por el Gobierno o entrar en la liberalización.
Pues bien, Pedro Rivero, el presidente de UNESA (la patronal eléctrica) ha solicitado al gobierno que se elimine (está previsto para el 2007), la posibilidad de quedarse en la tarifa, excepto para los consumidores domésticos de menos de 4000 kW (es decir, los ciudadanos de a pie). Según Pedro Rivero es necesario acelerar la transición a la liberalización ya que se dan las condiciones para los últimos pasos de la transición.
Esto implica que el precio para los consumidores industriales (los que más gastan) serían marcados por el mercado en vez de por el gobierno y por lo tanto las empresas eléctricas marcaran el precio en función de sus costes, estratégias de mercado y de la competencia. Y no quedarían condicionados por las subidas de tarifa previstas, que según estas empresas, son demasiado pequeñas.
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