CNC investiga a eléctricas por posible manipulación del mercado
Hoy he leído en varios medios que la Comisión Nacional de Competencia (CNC) investiga a las empresa eléctricas por supuestas manipulaciones en el mercado.
No es la primera vez que se hace y probablemente, no será la última. De algunas de estas investigaciones resultarán multas y de otras no, ya sea porque no habrá manipulación o porque no se habrá podido demostrar.
Voy a intentar explicar en qué consiste estas manipulaciones porque se alejan mucho de las acusaciones de pactos de subida de precios a los que estamos acostumbrados en las petroleras. Es algo un poquito más complejo y está relacionado con la ideosincrasia del mercado eléctrico.
Aunque ya lo he explicado en algún otro post, prefiero empezar desde el principio: el mercado eléctrico funciona como una subasta en toda regla.
El día anterior, Red Eléctrica de España (REE, el operador técnico del sistema) estima cuánta potencia se va a requerir en cada hora del día siguiente. Esa información se la pasa a OMEL (el operador del mercado eléctrico) que también recibe de las centrales eléctricas los precios a los que están dispuestos a funcionar a lo largo del día: hora, precio y potencia que pretenden dar para cada hora.
OMEL empieza a "rellenar" la potencia prevista/demandada con la que ofrecen las centrales, empezando con las más centrales baratas y terminando cuando se cubra toda la potencia. La última central será la que marque el precio que se les paga a todas. Las que eran demasiado caras, no funcionarán. ¿Hasta aquí entendido, verdad? Es la típica curva de oferta-demanda que se estudia en economía y que da como resultado un precio de corte.
Ahora el resultado va a REE, que como gestor técnico tiene que comprobar las "restricciones técnicas". Me explico. Puede resultar que ninguna de las centrales más baratas hayan quedado en una zona de consumo importante o las que han entrado no son suficientes.
Esto motiva que la caída de tensión a lo largo de los kilómetros de líneas eléctricas hasta los centros de consumo es demasiada y la electricidad no llega en la calidad suficiente. Hablando en plata: en vez de a 220 V, en el enchufe te llega a 200 V, por ejemplo, que es como si el agua del grifo no llegase con presión. Esto es importante, porque además de que las eléctricas tienen que cumplir unos niveles de tensión por ley (tanto por alto como por bajo), podría afectar a los equipos eléctricos que tenemos en nuestra casa.
Así que REE puede modificar alguna de las asignaciones que estableció OMEL en la subasta, pasando a funcionar una central más cara. Esa central funcionaría "por restricciones". Por supuesto, a estas centrales se les paga más. Tened en cuenta, que si no entró en la subasta era porque no ofertaron un precio más barato, en principio, porque si no perderian dinero.
Y aquí viene la trampa. Puede haber centrales que sepan que tienen que funcionar para mantener la calidad del suministro eléctrico de una zona. Podrían poner un precio más alto en la subasta y quedarse fuera pero sabiendo que van a funcionar por restricciones. De esa forma cobrarían un sobreprecio por su electricidad pero desvirtuarían la esencia de la subasta: que la competencia entre centrales busque el precio más bajo.
De forma práctica es como un monopolio. Saben que su electricidad es imprescindible, es decir, son una especia de suministradores únicos y marcan un precio mayor no en concepto de compensar costes (más un beneficio razonable) sino basándose en una posición dominante del mercado.
Más o menos eso es lo que la CNC está investigando y como digo, no es la primera ni será la última.
Como curiosidad, en esta investigación no se escapa casi ninguna: según Cinco Días, ahora están investigando a "Iberdrola, Endesa, Gas Natural (incluyendo la actuación de su recientemente absorbida Unión Fenosa), Hidrocantábrico, Eon, Electrabel, Aceca, Elcogas y Nueva Generadora del Sur".
Foto de cabecera: Centro de Control Eléctrico de Red Eléctrica (Cecoel)
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