Blogia
Indarki

Central nuclear en Polonia

Acabo de leer en el último número de PEI Magazine que Polonia ha elegido el emplazamiento para su primera central nuclear. Será en el pueblo de Zarnowiec, al norte del país.

Ese mismo emplazamiento fue elegido para una central nuclear en la década de los ochenta, pero las presiones ecologistas, justificadas por el reciente desastre de Chernobil paralizaron el proyecto.

Se espera que la central esté construida y en funcionamiento la próxima década y próximamente se llevarán a cabo las consultas públicas, que pueden durar dos años.

Tras los cortes de gas ruso el pasado invierno, que dejó esa zona de Europa casi sin energía, no me extraña que la relativamente lejana memoria de Chernobil quede de lado y se tomen medidas más pragmáticas. Ya se sabe, cuando la necesidad económica entra por la puerta, la ecología salta por la ventana.

2 comentarios

victor -

Realmente en Polonia puede ser que necesiten urgentemente energía base para poder empezar a regular su dependencia energética! Y estoy completamente de acuerdo en que elijan la energía nuclear como la energía base del país....pero no por ello tienen que permitir un desarrollo técnico irregular en el avance de este proyecto, pero sin dejar de lado otras posibles fuentes de energía para regular consumos puntuales. Estas podrían ser perfectamente la hidraúlica y la eólica, ya que tienen buenos recursos naturales.
1saludo.

Iam Salty -

Lo elemental, para garantizar a la población todo aquello necesario para poder ofrecerle un nivel de vida que esté a la altura de lo que demandaría cualquier ciudadano de un país moderno, siempre pasa por disponer de una razonable independencia energética. Lo saben muy bien los norteamericanos, los franceses, los suizos, y hasta los japoneses. Nosotros todavía no nos enteramos, pero uno de los elementos que condiciona la miserable situación económica en que nos encontramos es nuestra dependencia energética del petróleo, es decir, un país que no acaba de entender que será siempre la cola de Europa porque no quiere resolver “ese problema energético” que siempre va a lastrar su economía, su competividad y la calidad de vida de sus ciudadanos. Polonia no puede esperar, no tiene ni puede pagar esas curiosas opciones alternativas que aquí se esbozan para vertebrar nuestra política energética, y que poco a poco van aumentando ese déficit energético que sigilosamente generan , y que acabará con nuestra “soberanía real”, la de poder facilitar al ciudadano un precio y una calidad energética que le permita vivir como cualquier otro de un país de nuestro entorno, y por eso Polonia, sabiamente, apuesta por la energía nuclear, como sabiamente apostaron los suizos y los japoneses, a pesar de las “trágicas experiencias nucleares” de la Segunda Guerra Mundial. Lamento que Chernobyl se use como referencia para cuestionar siempre la seguridad de la energía nuclear, pero no puedo dejar de recordarles que las cuestiones de seguridad en la bonita URSS eran una parodia de los Simpson, la central nuclear era una tecnología obsoleta ya en su tiempo, y el país una dictadura atroz que no atendía a razones técnicas para dejar de iniciar el reactor cuando ningún técnico sensato lo haría. Francia es uno de los países que menos contamina de Europa, muy por debajo de lo que lo hacemos nosotros, y además, es propietario de una tecnología que le permitirá en un momento dado evolucionar sin complejos hacia una nueva dimensión nuclear que pasará por ser pionera en el desarrollo de los futuros reactores de fusión nuclear, tecnología, como muchas otras solventes, que nosotros tenemos “vetada” por nuestra incapacidad de seguir cualquier tren tecnológico razonable que no sea lo de subvencionar a compañías que nos liberen de unos cuantos parados. Yo veo nuestro futuro muy mediocre y muy caro para las empresas y los ciudadanos, que a golpe de dilapidar alegremente nuestro erario público garantizará el futuro negocio de muchas empresas “verdes”, pero que dejará en la estacada a una sociedad hasta que la ciudadanía perciba la necesidad de una energía barata y de calidad, sobre todo para poder hacer frente al desarraigo económico y social al que este país parece estar abocado.