Los retos energéticos para el sector eléctrico
Seguro que alguno se pregunta, de vez en cuando, qué están pensando las empresas eléctricas ante el futuro energético. Bueno pues he visto una charla de un directivo de una de esas empresas en la que hablaba de los próximos retos a los que se tiene que enfrentar el sector… entiéndanme… el sector empresarial eléctrico…
Los retos se pueden resumir en tres: Aseguramiento de un suministro de calidad, la clarificación del mercado y los precios y la protección del medio ambiente. Y por detrás, el ahorro y la eficiencia… ¿reto adicional? ¿No me quedó claro.
Para todos aquellos que piensen que entramos en la era de las renovables, del fin del petróleo, de la economía del hidrógeno, que no se confundan… los próximos 50 años, según el sector empresarial eléctrico, seguirá dominado por los combustibles fósiles. Este es el contexto y el aseguramiento del suministro eléctrico y energético debe tenerlo en cuenta, en particular, el hecho de que Europa y, en especial, España, es dependiente del exterior para conseguir estos combustibles fósiles (petróleo y gas). Esto implica que vamos a ser dependientes del exterior para asegurar el suministro energético. La estrategia es la diversificación, tanto de fuentes energéticas como de orígenes. Cuando se habla de diversificación de fuentes, se hablará de reducir el peso del petróleo para que lo ganen otros combustibles fósiles y otras fuentes, como las renovables y la nuclear. Cuando se habla de diversificar orígenes se habla de construir infraestructuras que permitan traer combustibles de otros lugares (nuevas regasificadoras, gasoductos, instalaciones de almacenamiento, etc.), en definitiva, mayor inversión. Desde un punto de vista más empresarial, la estrategia es que las empresas eléctricas se integren en toda la cadena del combustible, desde su extracción hasta la distribución al consumidor.
Como todo esto es un negocio y estamos entre empresas privadas, hay que hablar del mercado y de los precios ¡cómo no! El contexto es complejo, con una previsión de precios en subida y con mucha volatilidad. Por supuesto, les preocupa todo lo que implica reglas del juego, esto es, la liberalización. Se habla de mercado interno europeo pero, a día de hoy, no es real, y si nos centramos en España, les preocupa que el avance en la liberalización ha sido desigual en la electricidad frente al gas. Eso es muy grave, ya que una empresa gasista (¿Gas Natural?) podría ponerse a competir más fácilmente en el sector de la electricidad que una empresa eléctrica en el sector gasista… ¡competencia desleal! Por supuesto… otro problema es que las tarifas y los precios no se establecen como debieran… ¡hasta ahí podíamos llegar! ¿Qué hay que hacer? Pues fácil, trasladamos al consumidor los costes reales de la energía. Y yo me pregunto… ¿con cuánto margen de beneficio para la empresa? Seguimos: apertura de mercados, desde el europeo hasta el nacional (es decir, que el sector del gas se ponga las pilas y que las interconexiones puedan ser efectivas también desde el punto de vista normativo). Y finalmente, una tarifa que refleje los costes reales con un sistema de precios equilibrado y eficiente.
Por supuesto, hay que proteger el medio ambiente, y tenemos un problema, porque en un contexto en creciente consumo de energía y en el que los combustibles fósiles van a seguir dominando, reducir emisiones de CO2 está complicado. Además, las empresas eléctricas se quejan que el reparto en las exigencias de reducción de estas emisiones no ha sido equilibrado. Conclusión: hay que conseguir un reparto más equilibrado, a corto plazo apostar por las energías renovables y a largo por la nuclear y la captura/secuestro de CO2. ¿Quién dijo economía del hidrógeno?
Como decía al principio, por detrás de todos estos retos, se encuentra el ahorro y la eficiencia energética, que parece ser, desde el punto de vista empresarial, una cuestión de posicionamiento corporativo. Aquí, la acción a tomar por el sector es la oferta de servicios de eficiencia y ahorro energético al usuario.
Me resulta curiosa esta interpretación del futuro energético, especialmente, las medidas a tomar para afrontar los retos. Por cierto… a mí me faltan retos, por ejemplo, el acceso universal a la energía, cómo conseguir que la energía sea herramienta de desarrollo y no de conflictos, la creciente exigencia ciudadana por participar en las decisiones relativas a la energía o el problema energético que supone una sociedad culturalmente energívora. Me habría gustado poder preguntar, en una ronda de preguntas, qué opina el sector de estos retos, si es que les importan o si los consideran retos a superar y cómo se prevén afrontar durante los próximos años.
2 comentarios
indarki -
- Europa es la primera en defender el protocolo de Kioto, que penaliza los combustibles fósiles.
- Europa ha apostado muy fuerte por la investigación en energía nuclear
- En particular, España es puntera en tecnología y empresas de energía eólica y solar.
- Ahora, en Europa están preparando una directiva sobre ahorro energético...
Son muchos años de sociedad petrolífera, y eso marca. ¿Se está haciendo lo suficiente? El político con mucha labia te dirá que se están haciendo grandes esfuerzos.
Alberto Rey -
Me parecen muy interesantes y acertados los comentarios que haces. Demuestras tener bastantes conocimientos del tema. La verdad es que coincido en todo contigo. Yo también estoy bastante interesado y preocupado por como evoluciona el sector energético a nivel mundial. Está claro que las cosas no están cambiando, por mucha huerta solar, o parque eólico que construyamos.
Esto es especialmente preocupante en Europa y por supuesto en Espana. He pensado muchas veces que el tema de la dependencia energética debería haber agudizado los sentidos y la ambición de nuestro dirigentes, y dado que tenemos mucho que ganar, debería ser Europa la que enarbolara los avances en busca de un autentico cambio de fuentes energéticas. Ya se sabe que el que llega el primero se lleva siempre la mejor parte del pastel, pero parace que nuestros miopes gobernantes solo piensan en las facturas y no en los posibles beneficios en forma de patentes y otros derechos industriales.
Respecto a la eficiencia energética, todavía es mayor la falta de carisma en muchos gobiernos europeos y especialmente en Espana. Me parece muy preocupante que no se incentive, ya no la eficiencia energética, sino sectores eficientes y cuyo futuro no esté tan condicionado a cambios bruscos de la política energética. Hablo de sectores como el transporte por ferrocarril,o el sector servicios. Apostar nuestro futuro por el caballo del sector industrial altamente ineficiente y pobremente tecnificado o por la construcción salvaje, se me antoja peligroso y está garantizando a Espana momentos muy duros cuando tengamos que hacer el reajuste. Me gustaría saber tu opinión respecto a donde y como habría que comenzar a ahorrar energía en Espana.
Un saludo