Reloj de agua
Dice Ángel Jiménez de Luis en su blog, todo emocionado, que ya ha recibido su reloj de agua -regalo japonés, nos cuenta- y que ¡funciona sólo con agua! Resulta que no es el motivo de su artículo, parece que es más importante para el mundo conseguir que un microondas haga caso de tu voz que se pueda sacar energía del agua... al fin y al cabo... ¿qué es el reto energético frente al desafío de que las máquinas nos hagan caso con la simple voz? Será la deformación profesional.
Seguro que más de uno me dirá que no abro la mente, que la ciencia tiene muchas posibilidades que nosostros sólo empezamos a atisbar. ¿Qué le vamos a hacer? Será que soy un estrecho de mente.
Volviendo al reloj de agua; me puse a trastear en la web del producto y haciendo memoria me recuerda a dos chismes:
- La tecnología de la célula/pila de joe, que pretende sacar energía de casi cualquier líquido ionizado...
- Mi linterna sin pilas, que luego la destribas y encuentras las pilas.
Mucho me temo que ese reloj de agua durará un tiempo, luego dejará de funcionar y, mientras todos pensaremos que se ha roto pero que ya ha hecho servicio, resultará que se le gastaron las pilas que tenía escondidas. O quizás sea que soy un escéptico.
Por cierto, la imágen promocional del reloj es muy chula, ¿verdad? Con las florecillas y todo eso...
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