Biocombustibles, ¿para cuándo?
Estoy convencido de que uno de los grandes retos energéticos que tenemos por delante y a corto plazo es la introducción de los BIOcombustibles. La introducción de estos combustibles permitiría reducir (o abrir el melón de la reducción) nuestra dependiencia petrolífera en un sector muy complicado y con mucho trabajo por hacer, como es el transporte de automoción. Esto tiene dos vertientes que, por una vez en la vida, van de la mano: la económica y la medioambiental.
No hay que decir que es bueno que reduzcamos (o contengamos) nuestras exportaciones de petróleo mediante la introducción de combustibles "autóctonos". A primera vista, mejoraríamos la balanza comercial y podríamos estabilizar los precios energéticos y en general, la inflación, ante oscilaciones del mercado del crudo (ultimamente con fuertes alzas)
Al introducir combustibles de producción vegetal, estaríamos hablando de emisiones de CO2 neutras (lo comido por lo servido), con lo que se podría el granito de arena a la contención del cambio climático y a cumplir Kyoto.
¿Por qué no se introduce de forma más efectiva? Yo estoy convencido que es porque no hay voluntad política. Y no digo que hay intereses ocultos. Estoy seguro de que es por "pereza política". Si fuese por que se quita negocio a las petroleras, es cuestión de hablar con ellas y que sean ellas mismas, con las facilidades de las Administraciones Públicas, las que produzcan y distribuyan esos Biocombustibles. Mantendrían el negocio. Como es normal, si les va bien ¿para qué cambiar? Aquí debería entrar el empujón político.
Por de pronto, ya hay muchas gasolineras donde distribuyen BIODiesel, lo cual está muy bien visto por la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) pero de lo que ahora ellos se quejan son de las trabas que las petroleras están poniendo a la introducción del BIOEtanol, que tendería a sustituir a la gasolina. Según la APPA, las trabas técnicas que alegan ya están superadas.
Es hora de la política, de la de bajar al suelo, solucionar los problemas, ver qué le interesa a cada cual, separar paja de grano y sacar una solución razonable para todas las partes y buena para la sociedad. Nos lo merecemos... yo por mi parte ya estoy harto de tanta política de estado y de altos vuelos que no soluciona nada (en clara alusión, por si no os dabais cuenta a reformas de estatutos, constituciones y otros asuntos dinásticos)
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luis -