Aprobado el PNA definitivo

Bueno, ya se ha aprobado el Plan Nacional de Asignación de emisiones definitivo y parece que las eléctricas están todas un poco más contentas, ya que, se sigue primando el gas natural y se aumenta un poco el carbón, así que ni tan mal.

A partir de ahora, a echar números, y habrá que ver cómo se adaptan las empresas a esta nueva situación, que en principio, supone un extracoste para la producción. Creo que es una buena oportunidad (o excusa) para invertir en innovación. La experiencia ha demostrado que las tecnologías más limpias suelen ser las más competitivas. Todos conocemos casos (las papeleras son los más representativos) que se hacer la vista gorda a empresas contaminantes para evitar la pérdida de puestos de trabajo o de actividad económica en la zona no es una solución. Si una industria tiene tecnología obsoleta (no cumplir con la normativa ambiental es un claro síntoma) está abocada al cierre.

El gobierno tiene dos tareas muy importantes. La primera orientar a las empresas para que este inconveniente que supone Kioto, se convierta en oportunidad para la mejora de la competitividad, la innovación y el I+D. La segunda, tomar medidas para reducir todas las emisiones que afectan a los sectores dispersos (transporte y residencial).

Relacionado con el sector disperso hay mucho trabajo: uso de transporte más eficiente, ahorro de combustible en las calderas residenciales (tanto por la tecnología como por el uso eficiente),pero también, aquellos hábitos de estos sectores que impliquen reducción en las industrias que sí están dentro del comercio de emisiones. Un claro ejemplo: reducción del consumo de energía eléctrica.

Muchos deberes para todos, ya que no debemos excluirnos nosotros, tanto como usuarios, como clientes, como ciudadanos y como votantes.

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