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Mi paso por las III jornadas de energía de Vigo

Al final, pasé por Vigo para asistir a un día de las III Jornadas de Energías Renovables y Desarrollo Humano organizadas por Ingeniería Sin Fronteras. Tenía ganas de volver a juntar Energía con Cooperación&Desarrollo, volver al ambientillo de los eventos de ISF y, quizás, poner caras a gente que conozco por su firma en un artículo o en un correo electrónico.

¿Cómo describir una jornada relámpago? Pues, empezando por decir que llegué tarde, tal y como estaba previsto, así que no pude ver a Pepe en su máximo explendor dando por inauguradas las jornadas. Dicen las malas lenguas que fue un poco "parco en palabras". Lo bueno, si breve, dos veces bueno... dice el refrán.

Primera sesión en serio: los objetivos del milenio, explicados por Javier Longán. Estas terceras jonadas querían sacar a la luz y relacionar la energía con los objetivos del milenio y con el desarrollo humano por extensión. Lo primero que toca, por lo tanto es ver cuáles son esos objetivos: reducción de la pobreza y el hambre, igualdad de género, mejora de la educación, de la salud, del medio ambiente y la creación de la alianza en contra de la pobreza. Todo ello concretado en 8 objetivos firmados por más de 100 países de todo el mundo. Yo llegué cuando estaba desarrollando el séptimo, el relacionado con el medio ambiente. Por lo que me contaron, un charla un poco árida.

Más dinámica, interesante y con mejores críticas fue la de Alejandra Boni sobre Educación para el Desarrollo. Ella, brillante ponente, el tema, atractivo, por lo menos para mí. Supongo que los ingenieros que se apuntaron a las jornadas por conseguir un crédito de libre elección estarían revolviendose en sus asientos preguntándose dónde están las "energías renovables" a las que se hacía referencia en el título de las jornadas. Alejandra relacionó Educación para el Desarrollo y Tecnologías para el Desarrollo Humano a través de la dimensión individual. Tanto su charla, más amena, como la de Javier Longán, servían para centrar las jonadas en el punto de partida. Podremos estar hablando de energía y de tecnología, pero para un objetivo: el desarrollo humano.

Cuando uno ya estaba en situación global, nos trasladaron a la situación regional. Supogo que al estar en Galicia, es inevitable hablar del contexto energético gallego, pero para mí, la charla hacía aguas. En primer lugar, porque, tal como avisaron, tendría que haber ido en el segundo bloque (situación energética) pero por motivos de agenda la tuvieron que adelantar. En segundo lugar, porque cuando estabas pensando en cooperación, te hablan de cifras y más cifras de Galicia (¿y lo de los objetivos del milenio?). Y en tercer lugar, porque ponente iniciarl, Director del Instituto Energético de Galicia, no pudo asistir y vino un sustituto del mismo instituto... y no es lo mismo. Por lo menos, en este caso, se notó que el nivel del ponente era menor, en especial, en la ronda de preguntas. Buenas intenciones, pero resultado no muy satisfactorio. Por si no fuera poco, la charla fue en gallego, que si vienes de fuera de Galicia o no te defiendes con esa lengua, supone otro obstáculo. Si hubiera tenido que prescindir de alguna charla, habría sido esta.

Al final de la mañana volvemos a mezclar energía y cooperación de la mano de Teodoro Sánchez. Empezó a trompicones, entre que se adaptaba la pantalla y demás elementos logísticos. Vale, no es lo importante, pero cortan un poco el ritmo... pero luego cogió ritmo y esbozó, con apoyo de un par de proyectos de ejemplo, unas cuantas ideas muy interesantes sobre la participación comunitaria en proyectos energéticas y las decisiones asociadas. Un interesante concepto a desarrollar: alfabetización energética.

Comida y vuelta al tajo con dos importantes obstáculos: el primero, la pereza, que me obligaba a preferir una tertulia-debate que las propias conferencias. La segunda: el fallo en el sistema de aire acondicionado de la sala. La organización estuvo al quite (apertura de puertas para mejorar la ventilación), pero sin éxito... hubo que pedir excusas. Ya se sabe, las cosas del directo. Ninguna de estas excusas me libró de presentarme en tiempo y forma a la sala de conferencias.

Primera sesión de la tarde: Escenario energético mundial, por José Cidrás. Me gustó, sinceramente. Quizás fuera porque pensaba que iba a ser otra sesión de datos sobre energía en el mundo... ¡Oh, Dios mío!... y sí que lo hubo, pero hizo una vuelta de tuerca, interpretando y, sobre todo, imaginando (y proponiendo) cómo podría ser el mundo de otra forma.

Avanzaba la tarde y mi tendencia a la deserción era cada vez mayor, pero no encontré complices, así que seguí... afortunadamente: interesante sesión sobre eficiencia energética a cargo de Bernardo Parajó. Decía que igual no estaba a la altura porque venía con resfriado, pero ¡ojalá todos los ponentes volasen tan alto! No voy a decir que fue una genialidad, pero estuvo bien. Hay charlas que piensas que pueden degenerar en una sucesión de datos o de informaciones que te van a hacer huir. Y hay ponentes que te demuestran que ciertos temas no tienen porqué ser así. El cansancio y el aire acondicionado podrían hacerme desertar, la ponencia de Bernardo no.

Última charla y otra circunstancia del directo. Me dijeron que Jan Taum podría ser una de las ponencias estrellas, hablando de transferencia tecnológica, pero no pudo ser. La nueva normativa en los viajes de avión le ha retenido en algún sitio. Solución del directo, sustituir su charla por la de Enric, que hablaría sobre electrificación rural, partiendo de la experiencia de ISF en la zona andina de Perú. ¿Cómo valorar una charla cuando uno ya está más pensando en su sofá, o en un café o en la cañita de la tarde? Digamos que me gustó, simplemente. Realizó una dinámica inicial para relacionar directamente los objetivos del milenio con la energía y en particular con la electrificación y ese fue el punto de partida de una charla que resultó muy interesante, pero demasiado larga: por la hora y por lo que tenía previsto decir. Afortunadamente, Enric estuvo atento y la acortó mucho.

Balance positivo, aunque creo que en esto entra mucho las expectativas y las circunstancias ex-"académicas". Me apunté unas cosillas en mi cuaderno azul para darle unas cuantas vueltas.

Hoy martes, habrá más... ¿será mejor? No lo sé, porque yo no estaré. Podéis ver otras valoraciones en el blog de un isfero: Os bazar de nes. Ya ha incluido la crónica del primer día... en gallego.

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