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Los días del mundo futuro

Cada época tiene su visionarios. Algunos tenían la firme convicción de que su visión nos alcanzaría inexorablemente, otros, han pretendido teorizar sobre un posible futuro. Los hay que han querido jugar con el presente exagerando algún aspecto en particular y proyectarlo en el tiempo. Los creadores de Ciencia ficción llevan siendo mi debilidad desde hace tiempo. Desgraciadamente, "ciencia ficción" suena a falso, a invención barata, pero a mí me gusta este género como método de crítica social o reflexión social y política: ¿cómo estamos?¿a dónde nos conducimos?¿qué y por qué me molesta esto o aquello?

Cada época tiene sus preocupaciones: la conquista del espacio, los seres de otros planetas, la genética, el control gubernamental, el desastre climático... hay que apuntar otro más: la crisis energética.

Es curioso que apenas haya literatura de ciencia ficción sobre mundos futuros con un apocalipsis energético, mientras que hay (y mucha) donde incluyen todos los demás elementos. Mucho escrito, pero nada (o poco) que sea novela, cuento, película... es decir "ficción", que llega al público en general.

Saltamos al futuro a través de películas y libros y nos encontramos con personas genéticamente diseñados, máquinas que controlan el mundo, gobernantes autoritarios, con extraterrestres, viajes espaciales o cambios climáticos, pero la energía no suele ser un problema: la energía nuclear o la solar o el metano producido por las heces de los cerdos es suficiente para abastecer a los habitantes (los pocos que quedan, en algunos casos)

¿Alguien se anima a novelar los días del mundo futuro en una sociedad en crisis energética?

En mi opinión, no se hace porque hay una enorme confianza en la capacidad de la ciencia y la tecnología en solucionar ciertos problemas, en este caso, el suministro energético. No se concibe que no otra cosa. Hay una fe, casi divina, en la panacea energética, cual mesías energético que vendrá a salvarnos. Por supuesto, no todos son creyentes... los hay que creen que vamos, inevitablemente, al apocalípsis energético... y otros, que pensamos que... bueno, eso es otra historia que algún día igual me da por escribir (después de pensarla, por supuesto)

P.D. Acabo de darme cuenta que en "Mad Max 2", la acción se desarrolla entorno a un pozo de petróleo, en un mundo post-apocalíptico y ávido de combustible para los coches. En la tercera parte, la energía ya no es un problema, lo solucionan con los cerdos.

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