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El libro blanco y la reforma del sector eléctrico

Menudo lío. Si recuperas la memoria y piensas en las noticias que han salido, uno empieza a tener muy claras las cosas o, todo lo contrario.

En fin, me explicaré. Resulta que en años pretéritos, se impulsó una política liberalizadora del sector eléctrico, cuyo hito más importante fue la Ley del Sector Eléctrico del año 1997. Uno de los argumentos que nos esgrimieron, erróneamente según mi parecer, para que la opinión pública no pusiera muchas pegas es que con la liberalización vendría la competencia y por lo tanto la bajada de precios. Bueno, pues esto era cierto en parte, porque todo apunta a que nuestra electricidad es bastante barata a la vista de las perspectivas actuales (inversión en infraestructuras, subida del petróleo, mejora medioambiental).

El caso es que se liberalizó pero se mantuvo un plazo de transición en el cual los clientes, podían elegir entre ir al mercado liberalizado o acogerse a la tarifa fijada por el gobierno. El tiempo ha demostrado que las eléctricas no tenían mucho margen para bajar los precios (dentro de los márgenes típicos de un negocio, que las eléctricas no tienen por que dar la energía a precio de coste), así que su estrategia era intentar que el gobierno permitiera subir más las tarifas. Y el gobierno, finalmente cedió, y lo vendió diciendo que la electricidad sólo iba a subir un 2%, por debajo del IPC. ¡Todo un logro! Esta paz ha durado poco, ya que con la entrada de Kioto, la patronal eléctrica, UNESA, ya se ha puesto a reclamar subidas del 6% para asumir los costes de este nuevo factor que no estaba considerado.

Dijo un político norteamericano que cuando quería solucionar un problema, nombraba a un responsable y si lo quería enterrar, nombraba a una comisión. Yo no sé cuál es este caso, pero el ministro de industria, José Montilla, anunció que iba a nombrar a un grupo de expertos (¿será esto una comisión?) para elaborar el un Libro Blanco sobre la reforma del sector eléctrico (más bien, sobre la reforma de las tarifas) y a nombrado a una persona (¿será el responsable necesario para solucionar el problema?) que dirigirá este grupo de gente: Ignacio Pérez Arriaga, que es ingeniero industrial, doctor en ingeniería eléctrica y ex-consejero de la Comisión Nacional de la Energía.

Sacando a relucir a la CNE, parece que cuando José Montilla anunció lo del Libro Blanco, este organismo no se lo tomó muy bien, por ¿para qué están ellos, si no es para hacer recomendacios y propuestas? No sé si al final se habrán calmado los ánimos al nombrar como director del grupo a un ex-CNE.

¿Más cosas? Por supuesto, desde Unión Fenosa (tercera eléctrica del país y muy implantada en Galicia), se ha prupuesto que la nueva regulación sea favorable a las regiones que, como Galicia, sean muy dispersas, y por lo tanto más costosas en infraestructuras de distribución. Desde el gobierno creo que no se les ha hecho mucho caso. Tampoco se les ha hecho mucho caso a las reclamaciones de UNESA de subidas del 6%, que para Montilla es una subida desmesurada.

En definitiva, tenemos polémica para rato, veremos cuánto nos suben la tarifa. Otro día os contaré mi opinión revolucionaria sobre todo esto de las tarifas.

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